Un mapa mental podría definirse como una herramienta gráfica que nos da acceso al infinito potencial de nuestra mente. La clave de su eficacia radica en que funciona de forma análoga a nuestra mente: utilizando imágenes y asociaciones.
Podemos decir que emula una función natural del cerebro: el pensamiento irradiante. De la misma forma que la mente funciona describiendo círculos en torno a una idea central, cuando creamos un mapa mental, colocamos en el centro de una hoja de papel la idea principal sobre la que queremos trabajar.
A partir de esa idea van surgiendo, o irradiándose, otros temas, conceptos o ideas secundarias que van situándose alrededor de la idea principal añadiendo nueva información, desarrollándola y generando ideas nuevas.
La forma tradicional de desarrollo de ideas, por el contrario, consiste en colocar la idea principal en la parte superior y desarrollar los temas a partir de ahí, de arriba abajo y de izquierda a derecha siguiendo un orden jerárquico.
El mapa mental al desarrollarse desde el centro y en círculos rompe con esa forma de trabajar permitiendo tener en todo momento una visión global y organizada de la información.
A este respecto, es interesante señalar que una vez creado el mapa mental, no es habitual tenerlo que rediseñar. Los contenidos pueden cambiar pero la estructura inicial que hemos diseñado casi siempre seguirá siendo válida. Esto es debido a que los mapas mentales se asemejan a la estructura de nuestra memoria lo cual explica que ayuden a organizar mejor la información.
Por ello, los mapas mentales son la forma más sencilla de gestionar el flujo de información entre nuestro cerebro y el exterior. Por esto, son un instrumento sumamente eficaz y creativo para tomar notas, realizar una planificación o desarrollar una tormenta de ideas más productiva.
Además de su estructura ramificada en la que las ideas secundarias son irradiadas desde una idea central, todos los mapas mentales tienen en común el uso de estos elementos:
- Palabras enlazadas.
- Colores
- Imágenes, ya sean éstas símbolos, fotografías o dibujos ya que éstas fomentan el recuerdo y la evocación de nuevas ideas.
- Además, en un mapa mental siempre se intenta expresar cada idea o tema mediante una sola palabra o, si no es factible, en el menor número posible de ellas.
Los métodos tradicionales, por el contrario, al no explotar en la misma medida las posibilidades que brindan estos recursos, no suelen ofrecer estímulos creativos, no fomentan el recuerdo y, en muchas ocasiones, aburren.
Los mapas mentales, tal vez, te recuerden a los llamados mapas conceptuales pues comparten algunas características comunes con ellos. Así, los mapas conceptuales también son una herramienta para organizar y estructurar contenidos de forma que su compresión sea más clara y se pueda integrar la información dentro de un todo.
¿Entonces, en qué se diferencian los mapas mentales: de los mapas conceptuales?
En que los mapas conceptuales se centran exclusivamente en lo verbal por lo cual son más limitados que los mapas mentales. Los mapas mentales, por el contrario, se apoyan más en recursos gráficos, imágenes, colores, etc. que facilitan la compresión y el recuerdo así como la generación de nuevas asociaciones de ideas.
Un mapa mental presenta muchos puntos en común con el mapa de una ciudad. Así, el centro de un mapa mental quees la idea central a desarrollar correspondería con el centro de la ciudad. Las ideas principales estarían representadas por las calles principales y las ideas menos relevantes por las arterías secundarias de la ciudad.
Los dibujos y símbolos que representan los lugares de interés en la cartografía urbana, en un mapa mental tendrían su equivalencia en las imágenes e iconos que utilizamos para destacar las ideas más interesantes. Llegados a este punto, podemos decir que el uso de los Mapas Mentales es recomendable por varios motivos:
- En primer lugar, te proporcionan una visión global de un área o tema determinado. Facilitan una mejor orientación al definir cuál es tu situación respecto a un problema o tarea y en qué dirección quieres ir y qué decisiones debes tomar.
- Permiten agrupar grandes cantidades de información en un sencillo esquema.
- Son fáciles de consultar y de recordar.
- Y te facilitan la toma de una decisión así como la solución de problemas, al mostrarte nuevos caminos posibles.