En su corta vida, las páginas web han pasado a ser no ya unos meros documentos textuales a los que se puede acceder por Internet, sino unas verdaderas presentaciones multimedia, que combinan textos con imágenes, sonidos, videos y elementos de realidad virtual.Si el primer paso que se dio fue añadir imágenes a las páginas web, tanto estáticas como dinámicas (GIF animados), el siguiente paso consistió en introducir sonidos en las mismas, consiguiendo con ellos el apelativo de “multimedia”.Por último, hay que destacar que a la hora de incluir ficheros de audio en nuestras páginas debemos ser conscientes que muchos de los formatos usados, sobre todo en grabaciones de calidad, precisan un plugin o programa especial para su reproducción en el navegador cliente. Y si es cierto que actualmente hay ciertos plugins se han transformado casi en un estándar en Internet (como el de Real Audio o el de MP3), hay otros posibles que no es normal tener instalados, por lo que si incluimos ficheros de esos tipos obligaremos al usuario a tener que instalarlos, cosa a la que suele ser reacio.
Conceptos básicos del sonido digital
El sonido tiene una naturaleza ondulante, es decir, se propaga en forma de ondas analógicas desde el objeto que lo produce. Las características propias de cualquier sonido sus diferentes tonos y notas dependen precisamente de las propiedades físicas de las ondas que lo forman.Para poder viajar desde el emisor al receptor, las ondas de sonido precisan de un medio físico de soporte, ya sea el aire de la atmósfera, al agua, etc. Tanto es así que en el espacio exterior, donde no hay medio físico soporte, no se pueden transmitir sonidos.Si representamos en un gráfico un sonido complejo, obtendremos la siguiente figura:

En la que podemos apreciar los diferentes valores de onda que va tomando el sonido.

Los equipos informáticos no trabajan con datos analógicos, sino que lo hacen con datos digitales, formados por estados binarios. Por lo tanto, para representar un sonido, desde el punto de vista informático, es preciso capturarlo en una naturaleza binaria, para lo que se hace un muestreo del mismo, tomando determinados valores de las ondas y representando dichos valores en formato digital. En cada captura obtendremos un punto de la gráfica anterior.

Pero, ¿cuántas muestras deberemos tomar?. Este es el verdadero meollo de la cuestión, ya que cuantas más muestras tomemos, más fiel será el sonido capturado respecto al original, con lo que tendrá más calidad.

Para medir el número de capturas utilizamos la frecuencia del muestreo. Como un Hercio es un ciclo por segundo, la frecuencia de una captura en Hercios representa el número de capturas que realizamos en un segundo. Así, una frecuencia de muestreo de 20 KHz (20 Kilo Hercios = 20000 Herzios) realizará 20000 capturas de puntos cada segundo.

El oído humano es captar de captar la asombrosa cantidad de 44000 sonidos por segundo, es decir, 44 KHz. Por lo tanto, para que un sonido digital tenga suficiente calidad deberá estar basado en una frecuencia similar a ésta. En general, el valor estándar de captura de sonidos de calidad es de 44,1 KHz (calidad CD), aunque hay capturadoras de sonido profesionales que llegan hasta los 100 KHz, con objeto de obtener un mayor número de puntos sobre la muestra, consiguiendo una calidad máxima.

Otro concepto importante en torno al sonido digital es el número de bits de una tarjeta de sonido. El origen de esta magnitud es que, a la hora de capturar el sonido, no sólo es importante el número de muestreos tomados, sino también la cantidad de información capturada en cada uno de esos muestreos.

Una vez capturado el sonido, para su posterior reproducción en un equipo informático es necesario mandar una serie de impulsos o posiciones a los altavoces para que creen el sonido a partir de ellos. ¿Cómo? Produciendo a partir de esas posiciones movimientos de las membranas de los altavoces, movimientos que transforman de nuevo el sonido digital en analógico, estado en el que es capaz de viajar por el aire y producir los estímulos necesarios en nuestros tímpanos, con lo que somos capaces de percibir el sonido “original”. Cuantas más posiciones de información se envíen a los altavoces, mejor calidad tendrá el sonido reproducido.

Con estas bases, se define el número de bits de un sonido digital como el número de impulsos de información (posiciones) que se envían a los altavoces para su transformación en ondas analógicas.

Las tarjetas de sonido actuales trabajan normalmente con 8 bits de información, con los que se pueden obtener 28 = 256 posiciones (ceros y unos binarios), aunque hay algunas de mayor calidad que son capaces de trabajar con capturas de 16 bits, que originan 216 = 65536 posiciones de información.

Como dato de referencia, los CDs actuales están basados en sonido grabado a 44 Khz y con un tamaño de muestra de 16 bits. Estas medidas se conocen con el nombre de sonido de calidad CD.

Por último, una vez que el sonido digital llega a nuestros oídos, impactan contra los tímpanos, verdaderas membranas especializadas que vuelven a transformar las ondas analógicas en impulsos eléctricos, que viajan hasta nuestro cerebro, donde son interpretados y producen las sensaciones auditivas que todos conocemos.

Una excepción al sonido anteriormente descrito, que podemos denominar «de datos de sonido», es el sonido sintetizado, en el que no se realiza ninguna captura de ondas sonoras reales, sino que es sonido totalmente digital, generado directamente en el equipo informático por un reproductor digital conocido con el nombre de MIDI (Music Instrument Digital Interface). Cuando se desea reproducir una nota musical concreta, se envía un comando MIDI al chip sintetizador, que se encarga de traducir ese comando en una vibración especial que produce la nota. Mediante este sistema es posible crear melodías bastante aceptables, aunque nunca tendrán la calidad ni riqueza de una onda sonora natural capturada.

¿Cuáles son los archivos que podemos ejecutar desde el navegador y cuales desde un programa específico?
A la hora de incluir archivos de sonido en nuestras páginas web debemos distinguir entre los que pueden ser directamente ejecutados por el navegador y aquellos que deben ser abiertos por un programa propio, que deberá tener el usuario instalado en su equipo para poder reproducir el fichero.De forma general, podemos incluir en la web los siguietes tipos de ficheros de audio.

  • WAV o WAVE (WAVeform Audio File format): formato típico de Windows, de elevada calidad, usado en las grabaciones de CDs, que trabaja a 44 Khz y a 16 bits.  Su principal inconveniente es el elevado peso de los ficheros, por lo que su uso queda limitado en Internet a la reproducción de ruidos o frases cortas. La extensión de estos ficheros es .wav.
  • AU (Audio File format): formato creado por la casa Apple para plataformas MAC, cuyos archivos se guardan con la extensión .au
  • MIDI formato de tabla de ondas, que no guardan el sonido a reproducir, sino un código que nuestra tarjeta de sonido tendrá que interpretar. Por ello, este tipo de archivos no puede almacenar sonidos reales, como voces o música grabada; sólo puede contener sonidos almacenables en tablas de ondas. Como contarpartida, los ficheros MIDI, que se guardan con extensión .mid, son de pequeño tamaño, lo que los hace idóneos para la web.
  • MP3 (MPEG 1 Layer 3): desarrollado por el MPEG (Moving Picture Expert Group), obtiene una alta compresión del sonido y una muy buena calidad basándose en la eliminación de los componentes del sonido que no estén entre 20 hz y 16 Kh (los que puede oir el ser humano normal). Tiene en cuenta el sonido envolvente (surround) y la extensión multilingüe, y guarda los ficheros con la extensión .mp3, y permite configurar el nivel de compresión, consiguiéndose calidades similares a las del formato WAVE pero con hasta 10 veces menos tamaño de fichero.
  • MOD especie de mezcla entre el formato MIDI y el formato WAV, ya que por un lado almacena el sonido en forma de instrucciones para la tarjeta de sonido, pero por otro puede almacenar también sonidos de instrumentos musicales digitalizados, pudiendo ser interpretados por cualquier tarjeta de sonido de 8 bits. No es un formato estándar de Windows, por lo que su uso es más indicado para sistemas Mac o Linux. La extensión de los ficheros es .mod
  • Real Audio de calidad media, aunque permite ficheros muy comprimidos, que guarda con extensión .rmp o .ra. Para su reproducción hace falta tener instalado el plugin Real Audio.

A la hora de trabajar con estos formatos de sonido, deberemos tener en cuenta las limitaciones en su uso, ya que muchos de ellos no pueden ser reproducidos más que en sistemas operativos concretos, y aún así, con plugins o programas específicos.En busca de la compatibilidad, si usamos Windows como sistema operativo conviene usar para archivos musicales a reproducir directamente en el navegador los formatos WAV y MIDI, que son los más compatibles.

En cambio, si lo que deseamos es poder brindar a nuestros visitantes la opción de navegar con música ejecutable desde un programa externo, lo mejor es usar ficheros en formato MP3, ya que en la actualidad la mayoría de los navegantes tienen instalado en su equipo algún programa reproductor adecuado, pudiendo valer desde software incluido en Windows, como Windows Media Player, hasta aplicaciones externas, como Winamp. En este caso, basta colocar un enlace normal en nuestras páginas, apuntando al archivo de sonido.

Como ejemplo, si queremos enlazar en nuestra página un archivo MP3, bastaría con escribir:

<a href=»sonidos/mp3.mp3″ target=»_blank»> Pincha aquí para oir la música. </a>

Con esto, al pinchar el usuario el enlace, se lanzará la aplicación que tenga asociada con el tipo de fichero MP3, que dependerá de la configuración interna de cada navegador y usuario.